La Isla - 3D La Isla - 3D
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La Isla - Panorama 360º La Isla - Panorama 360º
The Aurora II anchored in the sound of Saint's Brendanwith the base camp on the beach.
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En su Navigatio Sancti, Brendan Abbatis, el monje Barino mencionó haber visitado este "paraíso" en el Atlántico, una isla montañosa, boscosa y oculta detrás de una espesa niebla, donde la flora era abundante, los árboles tenían ricas frutas, los ríos fluían con agua fresca, y los pájaros cantaban dulcemente en los árboles.

En Planiferio de Ebstorf (1234), Marcos Martínez se refirió a "la isla perdida descubierto por San Borondón, pero que nadie ha encontrado desde entonces" y en Mapamundi de Hereford (1275) todo el archipiélago se describe como "Las Islas de la Santísima y la Isla de San Borondón".
 
Uno de los últimos registros supuestamente, proceden del material de un naturalista Inglés llamado Edward Harvey quien, en 1865, dirigió una expedición financiada por la Royal Society. Después de otra tormenta excepcionalmente virulenta, llegó a la costa de una isla volcánica desconocida, donde descubrió varias criaturas y plantas extrañas. Luego de que uno de los marineros desapareciera sin dejar rastro, y Simon Tilley, lugarteniente de Harvey fuera herido gravemente por el ataque de animales feroces que se asemejan avestruces, decidieron abandonar la Isla. Cuando regresó de nuevo a Inglaterra fue atacado por unas fiebres severas y sus historias no fueron tomadas en serio. Su obra permaneció ignorada hasta 1999, cuando Tarek Ode y David Olivera ayudados por Sara Reynolds, una nieta del Sr. Harvey, recopilaron y restauraron el material remanente de la expedición.
La leyenda de la Isla de san Borondón es una de las más excitantes y sugestivas del folclore de las Islas Canarias.

La primera referencia registrada fue hecha en el siglo VI por San Brendan, el abad del monasterio de Clonfert en Irlanda. El 22 de Marzo del año 516 partió con otros monjes en la búsqueda del paraíso y nuevas tierras que evangelizar.

El día previo a la Pascua desembarcaron en una isla desconocida para preparar las celebraciones pero la isla empezó a moverse y según la crónica pensaron que la isla era una gran ballena donde habían arraigado árboles y otra vegetación.

Desde entonces, multitud de registros de navegantes españoles y portugueses hablan de esta enigmática isla que también aparece en muchos mapas de la época, pero todas las subsecuentes expediciones organizadas para localizar la isla fracasaron.

Por eso se la nombró como
"La inaccesible" o "La Non Trobada" - "La No Encontrada".
algunos hechos históricos

El mito de esta elusiva isla ha estado continuamente presente desde hace mucho tiempo. En el diario de a bordo de la nave de Cristóbal Colón, en 09 de agosto de 1492 hay una referencia de un marinero de Madeira, que en 1484 le pidió ayuda para encontrar una isla que era observaba cada año en el horizonte.

Leonardo Torriani (1560-1628) menciona la aventura de un barco portugués que viajaba de Lisboa a La Palma en 1525, cuando el agua comenzó a romper en la nave obligándolos a atracar en una isla descrita con exuberantes bosques y un río que decía ser San Borondón. El mismo propició una expedición, liderada por los españoles Fernando Álvarez y Fernando de Troya que retornó sin encontrar la isla.

Sin embargo, en 1554, un fugitivo español llamado "Ceballos" afirmó haber estado en la isla. Dijo que la isla tenía densas junglas que llegaban al mar y estaba habitada por aves que no tenían miedo de los humanos. En una gran playa descubrió huellas gigantes y restos de un banquete con platos vitrificados.

En este año la Audiencia compila toda la información disponible sobre la isla. Fray Bartolomé Casanova dijo que la isla tenía una vegetación densa y dos grandes montañas separadas por un acantilado en el centro, donde un arroyo fluía hacia el mar. Nuevas expediciones comandadas por Roque Nunes y Martín de Araña trataron de encontrar la isla sin éxito.

La mejor descripción de la isla fue hecha por Pedro Bello, un piloto de Setúbal y Marcos Pérez. Viajaban desde Brasil a Madeira cuando una gran tormenta rompió el mástil de la nave y los envió a la orilla isla de San Borondón. Describen una playa de arena volcánica negra, una selva muy exuberante y un paisaje dominado por dos grandes montañas separadas por un gran barranco. Encontraron los restos de una cruz olvidada años atrás por una expedición francesa, así como huellas gigantes que confirmaban la historia de Ceballos.
Todos los avistamientos eran precedidos de tormentas inusualmente virulentas y fuertes corrientes que hacían muy peligroso el acercamiento a las costas. Estos hechos también fueron mencionados por el corsario John Hawkins (1532-1595) y Nuñez de la Peña (1641-1721).

Otras expediciones organizadas por Hernando de Villalobos, Melchor de Lugo y Gaspar Pérez de Acosta en 1604 fueron de nuevo incapaces de encontrar la isla elusiva que permaneció oculta hasta 1721 cuando Bartolomé García del Castillo, notario de El Hierro, inició una investigación ordenada por Juan Mur Aguirre, Presidente de la Real Audiencia de Canarias, y escribió acerca de varios avistamientos que tuvieron lugar entre mayo y septiembre.

Una última expedición liderada por Juan Franco de Medina fue igualmente infructuosa y la isla fantasma es un misterio hasta la actualidad, marcada por los informes de personas como Fernández Sidrón (1730), Pedro Agustín del Castillo (1731), Cayetano de Huerta (1735), Manuel Rodríguez Quintero (1957) o Jaime Rubio Rosales (2003), que de vez en cuando, todavía afirman haber sido testigos de su forma misteriosa.
la historia del naturalista Edward Harvey
Imágenes tomadas por Edward Harvey Imágenes tomadas por Edward Harvey
Dibujos de Fauna de Edward Harvey Dibujos de Fauna de Edward Harvey
Dibujos de Flora de Edward Harvey Dibujos de Flora de Edward Harvey
Fotografías tomadas por Edward Harvey
Dibujos de la fauna de Edward Harvey
Dibujos de la flora de Edward Harvey
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